domingo, 24 de abril de 2011

Procesos de elaboración de jabón II

Elaboración de jabón en caliente

          Como mencionamos al principio de nuestro proyecto, el jabón casero se hace a partir de aceite (en nuestro caso, aceite usado para así poder reciclarlo), agua y sosa cáustica, gracias a la saponificación. Sin embargo, hay diferentes procesos para su elaboración. En esta entrada hablaremos de la elaboración de jabón en caliente, la cual sigue los siguientes pasos:

          1) Saponificación: En una caldera con forma cónica, se vierte el aceite y se comienza a fundir. Posteriormente, se agrega lejía y se comienza a agitar la mezcla con vapor de agua inyectado directamente en el líquido. Tras 4 horas, el jabón ya está formado.

          2) Salado: Consiste en vertir sobre la mezcla una solución concentrada de sal, ya que el jabón es insoluble en agua salada, haciendo que este ascienda por su menor densidad y se separe de la glicerina. Al cabo de unas horas, se extrae la mezcla de glicerol y agua, quedando así sólo el jabón.

          3) Cocción: A este jabón se le añade nuevamente más sosa cáustica para completas la saponificación, y se vuelve a calentar. Al enfriarse, se diferencian claramente dos capas: la de jabón y la de lejía. Se le añade agua al jabón y vuelve a cocerse, eliminando así los restos de lejía, glicerina y sal que puedan haber quedado.

          4) Amasado: En esta fase se tiene como objetivo crear un jabón con una textura homogénea, y además, se le añade a la mezcla colorantes, perfumes y resinas para favorecer la formación de espuma.

          5) Moldeado: Se vierte el jabón líquido en unos moldes, que pueden ser adquiridos especialmente para ello o reciclado (como tetrabricks de leche, zumo, etc) y se espera a que se enfríe y solidifique.

domingo, 17 de abril de 2011

Procesos de elaboración de jabón I

Elaboración del jabón en frío

           Este proceso se realiza sin una fuente calorífica externa, de ahí su nombre. Aunque comenzamos con unas grasas a temperatura baja, posteriormente aumentará su temperatura debido a la reacción de saponificación. Así el jabón llegará a la fase de gelificación.
           Lo primero que tenemos que hacer es pesar la sosa cáustica en un recipiente de plástico resistente al calor. En otro envase pesamos la cantidad necesaria de agua y poco a poco iremos vertiendo la sosa cáustica en el agua, mientras removemos con cuidado. El agua tendrá un aumento de la temperatura en poco tiempo. Si quisiéramos que no subiera mucho la temperatura, podríamos enfriar el agua previamente con cubitos de hielo. Después tenemos que dejar la disolución en un lugar seguro para dejarla enfriar un poco. Y así, además, perderá un poco del color blanquecino que ha adquirido mientras se disolvía la sosa cáustica en el agua.
           Necesitamos preparar el material graso. Para ello pondremos en una olla de acero inoxidable el aceite de oliva y el aceite de coco, que ya hemos pesado para saber la cantidad que utilizaremos. Debemos calentar al fuego mínimo hasta que el compuesto no esté totalmente derretido.
           Ahora medimos las temperaturas de la mezcla cáustica y de la mezcla grasa, que debe rondar los 45ºC. Vertimos la solución cáustica removiéndola en la mezcla grasa. Cuando ya está todo bien mezclado y la masa sea completamente homogénea la vertemos en los moldes. Para hacer que el jabón melifique, tenemos que aislar el molde tapándolo con mantas o toallas.
Cuando el jabón lleva entre 24 y 48 horas podemos sacarlo de los moldes y cortarlo, pero antes de usarlo tenemos que dejarlo curar. El tiempo de curación puede rondar entre las 4 a 6 semanas, y para ello debemos colocarlo en un papel de embalaje y en un lugar aireado y seco. Así la causticidad del producto irá disminuyendo progresivamente. 

Elaboración del jabón con esencias

           Durante el proceso de fabricación del jabón podemos añadirle esencias al jabón. Las esencias, que tiñen ligeramente la base, se añaden cuando ya está fuera del fuego. Una esencia muy común es la de coco. Ésta tiñe la base blanca suavemente de color rosa. Además de esencias preparadas para ello se pueden utilizar perfumes, aceites esenciales o productos naturales, como la vainilla y la miel.