El jabón es soluble en agua. Aunque actualmente encontramos jabones en distintos estados (líquidos, sólidos o en polvo), tradicionalmente era un material sólido. La forma sólida se debe a que se encuentra “seco” o sin el agua que interviene en la saponificación. En cambio, la forma líquida es el jabón “disuelto en agua”, consiguiendo así una consistencia viscosa y fluida.
El jabón se consigue a partir de grasas animales o aceites vegetales con una base fuerte como la sosa (NaOH) o la potasa (KOH). Los aceites y las grasas están compuestos por triglicéridos. Éstos son triésteres de la glicerina con tres ácidos carboxílicos (denominados ácidos grasos).
La glicerina es: 1,2,3-propanotriol
Casi todos los triglicéridos tienen 2 ó 3 de sus ácidos grasos distintos; por eso se dice que son mixtos. En los vegetales podemos encontrar algunos como:el ácido esteárico de 18 carbonos [CH3(CH2)16COOH], el ácido palmítico con 16 carbonos [ CH3(CH2)14COOH], y el ácido oleico de 18 carbonos [CH3(CH2)7CH=CH(CH2)7COOH ] .
La saponificación es la reacción que produce la formación de jabones. En ella, un éster en medio alcalino (normalmente disoluciones de NaOH o KOH) se hidroliza para producir una sal (estearato) sódica o potásica y un alcohol.
Tal y como vemos en la imagen, el resultado de la reacción es una molécula de glicerina, en estado líquido, y tres moléculas de ésteres de sodio, también llamados sales de ácidos grasos o JABÓN.
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